Cuando tu pareja te hace daño

Cuando tu pareja te hace daño estamos viviendo una situación antinatural, en la que quien nos tendría que hacer bien nos lastima.

Las relaciones sentimentales pasan por mejores y peores momentos, es normal pasar una racha mala, pero si una relación de pareja nos hace daño, tendremos que buscar una solución que nos proteja emocionalmente.

Podemos sentir que queremos o necesitamos a una persona, pero cuando noes hace daño, de no articular un mecanismo lógico de autodefensa que nos proteja, nos estaremos exponiendo a al dolor y sufrimiento nosotros mismos, pues conocemos que nos hace daño y decidimos mantenerlo.

Cuando te hacen daño en el amor

Cuando te hacen daño en el amor podemos tomar dos actitudes, la de protegernos o la de exponernos.

Si un determinado amor nos hace daño, deberemos de buscar el origen, las alternativas y la mejor opción de entre todas ellas.

No hace daño el amor en si mismo en general, sino que nos hará daño un amor concreto y específico por unas cuestiones que habrá que delimitar, pues en ocasiones nos merece la pena o incluso se pueden superar, pero en otras la relación en si misma nos hará daño y lo más saludable, por supervivencia sentimental, sería dejar la relación para empezar de cero.

La relación me hace daño pero no puedo dejarlo

Muchas personas conviven con una relación sentimental que les hace daño pero sienten que no pueden dejarla.

Es como vivir siendo prisionero o prisionera de una relación sentimental que no podemos elegir dejar de tener, pues ya es algo incuestionable.

Como abogados hemos visto mucho esa situación, de manera que lo que se necesita a veces es abrir los ojos y darse cuenta de que siempre se tiene derecho a dejar a un pareja o matrimonio con independencia de todo lo demás.

Podrán existir vínculos, como hijos, patrimonio, deudas… etc, pero todo es regulable en base a una decisión principal que tenemos el derecho y libertad de tomar con la máxima libertad y mínimos condicionamientos.

¿Queremos seguir con nuestra pareja? De hacernos daño, cuanto menos deberíamos replanteárnoslo.

Cuando tu pareja te hace daño
Cuando tu pareja te hace daño

Mi pareja me hace daño emocional

El daño emocional no es tangible y es muy sutil y silencioso. Parejas aparentemente idílicas pueden esconder en su intimidad un gran daño emocional.

Es muy difícil mantener relaciones sentimentales en las que no haya existido ningún daño sentimental ni emocional, pero lo importante es saber gestionar esas fricciones y tensiones que en ocasiones acaban bien y en otras ocasiones, regular.

La acumulación de daño emocional se puede cronificar. Hay cosas que no son de recibo y no se deberían de tolerar bajo ningún concepto. Algunas personas sienten daño emocional pero normalizan frases como: mi pareja me trata mal y me insulta.

¿Cómo no va a existir un daño emocional si estamos recibiendo agresiones sentimentales? Debemos aprender a repeler las conductas hirientes en pareja y fuera de ella. De no hacerlo se puede volver incluso costumbre, de manera que no hay dolor más grande que el dolor creado por la persona que se quiere o ama y que no tan siquiera se sensibiliza con él.

Cuando un hombre o mujer te hace daño

Hombres y mujeres pueden hacer daño por igual en una relación sentimental, pues no se trata de diferenciación de sexo o de orientación sexual, sino del tipo de persona y tipo de relación.

Cuando un hombre hace daño parece que socialmente las personas tienden a pensar en el daño físico. Cuando una mujer hace daño la sociedad tiene la inercia contraria, pasando a pesar que será un daño más psicológico. Pues bien, no se puede generalizar no tener prejuicio, el daño es daño con independencia de que su origen y destinatario sea hombre y mujer.

Debemos de preservar nuestra integridad física y psicológica y enfocar las relaciones de pareja y matrimonios como relaciones enriquecedoras y repeler las personas dañinas.

No se puede tener miedo al divorcio. Cuando una ruptura es necesaria no debemos de perder el tiempo dándole vueltas a algo que es inevitable, pues con ello sólo alargaremos una mala convivencia que puede acabar deteriorando aún más la relación después de tiempo en el que uno o ambos miembros de la pareja sufren un daño innecesario.

Mi pareja me hace llorar

Algunas personas son más sensibles y otras menores pues lo que puede hacer llorara a una persona no tiene necesariamente que hacer el mismo en otra, y viceversa.

Si una pareja hace llorar, es que es una pareja que provoca dolor. Partiendo de esa premisa, algo va muy mal. No puede ser la persona que queremos la persona que nos dañe.

Por ello, si lloramos en una relación no deberemos de dramatizar aún más, sino buscar la causa de dicho sufrimiento, pues en ocasiones es el cumulo de malas gestiones emocionales. En otros casos nosotros mismos somos los que lo provocamos con una actitud inadecuada. Pero también puede ser que sea nuestra pareja la que nos trate de una manera que nos haga daño. De ser este último caso, estaremos en una relación de dolor, como si fuera mosoquismo emocional, de manera que dependerá de nosotros poner fin al mismo.

Habitualmente las relaciones suman un sin fin de circunstancias y actitudes, de manera que en mayor o menor medida nosotros también tendremos parte de responsabilidad. No obstante, no debemos de centrarnos en el reproche, sino entender la dinámica de las situaciones que acaban haciéndonos llorar para decidir si es lo que queremos para nuestra vida.

Mi pareja me agota psicológicamente

El agotamiento psicológico en pareja es síntoma de una lucha emocional y sentimental.

Una pareja que se relaciona sin injerencias y sin ataques no suele tener presión psicológica y por tanto no está agotada psicológicamente.

Debemos de diferenciar la situación que sea crea por la tensión psicológica por disparidad en la pareja, de meras circunstancias que nos hacen preocuparnos como: Enfermedades, trabajo, responsabilidades, problemas económicos etc.

En ocasiones estamos agotados psicológicamente de llevar un peso emocional que une diferentes aspectos: Individual, profesional, familiar… etc. Pero acabamos pagándolo con nuestra pareja pues con quien pasamos gran parte del tiempo. Cunado una persona dice, mi pareja hace lo que le da la gana, en ocasiones lo que está verbalizando es que no hace lo que a nosotros nos gastaría. Pero tal vez sea recíproco.

Las relaciones deben de ser compatibles y el problema es que en ocasiones nos empañamos en mantener algo que no encaja y nos lleva a la desesperación, la frustración y el agotamiento psicológico que se puede incluso somatizar y afectar a nuestra salid física y mental.

Scroll al inicio
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.Más información
Privacidad