La edad de los hijos no es lo determinante para separarse, sino cuando sea necesario la separación. Salvo que existan extraordinarias circunstancias familiares que lo hagan necesario, es indiferente la edad de los hijos pues lo importante es que los padres decidan la separación a tiempo, antes de que puedan producirse controversias entre los progenitores.
En ocasiones una mala convivencia derivada de no tomar la decisión de separarse, cuando es necesario, perjudica a los hijos sea cual sea su edad.
El divorcio de los padres no es un drama para un hijo, el drama puede llegar por un divorcio o necesitar divorciarse pero no dar el paso y mantener una tensa convivencia.
A qué edad de los hijos es mejor separarse
Habrá que analizar cada familia, pues es diferente y no es correcto generalizar. Existen personas que indican que la separación se debe de producir cuando los hijos ya son grandes para que no le afecten, pues es un pena separarse siendo el niño un bebé.
Pues bien, sensu contrario, también cabrá la posibilidad de alegar que si la separación es necesaria, mejor que los niños se acostumbren desde pequeños a ver a sus padres separados y normalicen dicha situación familiar.
Gran parte de las familias con hijos en España están divorciadas y ello no supone ningún tipo de prejuicio ni matiz. Los niños pueden ser igualmente felices, eso sí, con una separación razonable y equilibrada en la que los padres por corresponsabilidad saben mantener sus diferencias a un margen en relación al bienestar del hijo común, que es la prioridad.
Cómo tomar la decisión de separarse cuando hay hijos
Con moderación y sin enfrentamientos. Hay que tomar la decisión de separarse en un momento de calma y entendiendo que si bien es cierto que los padres se pueden separar, dicha separación no debe afectar a los hijos y por tanto la decisión debe de ser sopesada y llevada a la práctica con respeto.
Cómo llevar la relación con tu ex cuando hay hijos
Para llevar bien la relación con tu ex cuando hay hijos lo mejor es separar en todo lo posible la relación entre padres de la relación entre progenitores e hijos. Es algo diferente, pero en ocasiones es muy complicado saber dónde acaba una relación y dónde empieza la otra.
Los hijos no necesitan que sus padres realicen celebraciones juntos y den apariencia de «mundo feliz», pues incluso en ocasiones puede ser perjudicial pues puede confundir a los hijos.
Lo que necesitan es principalmente que sus padres se sepan, por encima de todo, respetar y dar el lugar que merece al otro y a los hijos.
Separarme con dos hijos
Si ya es difícil separarse con un hijo, con dos hijos la situación es doblemente complicada, ya que cada niño tendrá sus propias necesidades y habrá que tratar de buscar lo que le sea más beneficioso en su ámbito individua y en relación conjunta a ambos hermanos.
En ocasiones los hijos de padre separados están muy unidos, pero en otras desarrollan relaciones inadecuadas derivado de los cambios familiares que se producen en la separación. Cuantos más hijos más complicada en potencia será la separación.
A pesar de ello, si se sabe gestionar adecuadamente la separación, los hijos podrán apoyarse unos a otros y desarrollar un sentimiento de familia y madurez que en ocasiones no se desarrollan en familias con un sólo hijo.
Separarme a los 40 con hijos
Es muy frecuente la separación a los 40 años con hijos pequeños y adolescentes. Tal vez muchas personas a los 40 años sientan que se les corta la vida en un ecuador que en ocasiones no ha permitido finalizar las etapas de la vida. En muchos casos:
- Profesionalmente aún está desarrollándose.
- Como padres y madres tienen los hijos en una edad difícil.
- Aún están terminando de consolidar su patrimonio, pagar hipoteca.. etc.
- Se ven jóvenes para una inmensa mayoría de cosas, pero tal vez un poco mayores para otras en relación a como se ven a si mismos antes de la relación de pareja y matrimonio que ahora se separa.
Separarse a los 40 años con hijos para muchas personas es algo que asusta, pero si se piensa fríamente, es tal la cantidad de matrimonios y personas que lo hacen, que no es tan difícil. Es el final de una etapa a una edad intermedia que permite desarrollarse como padres y madres, seguir desarrollándose profesionalmente y rehacer su vida en el plano sentimental.
Tal vez se pueda ver como un reto, pero es todo posible y compatible.