El divorcio por problemas financieros es el segundo motivo de separaciones matrimoniales en España después del de infidelidad. Los problemas financieros siempre han sido una preocupación, pero en 2023 la situación económica se está tornando insostenible debido a la inflación, pues los precios de vida han subido, pero los sueldos no.
Los problemas financieros son los que muchas veces asfixian a las familias y hacen que matrimonios con futuro acaben en divorcio por no saber superar las dificultades y preocupaciones económicas.
El gran problema es que los sueldos no tienen el importe ni la estabilidad que deberían en España.
La inestabilidad y precariedad de ingresos de muchas familias en España se une al gran coste de vida. Los gastos de vivienda no deberían de superar el 30% de los ingresos de una familia, en cambio en muchos casos llega al 40 y 50%. Esto ya es una situación agobiante para toda familia que para llenar la nevera, pagar los suministros y demás debe de hacer un gran esfuerzo.
Cuando una familia esta estresada y agobiada por cuestiones económicas hay que priorizar y atender las necesidades económicas más importantes, frente a las menos importantes.
En los casos en los que los agobios económicos son más intensos suelen ser en matrimonios a partir de los 35 años con niños pequeños. Puede ser interesante leer separarse a los 40 lo que nadie te cuenta, pues se junta el desarrollo profesional de los esposos y las crecientes necesidades de los hijos.
Los problemas financieros pueden producirse en familias con una buena previsión familiar que por desgracia sufre algún tipo de contingencia. En los casos en los que la familia de por si solo tiene una mala previsión económica o directamente vive por encima de sus posibilidades, se estará tensionando la relación sin necesidad.
Las prioridades familiares deberán estar claras. Lo primero será cubrir las necesidades esenciales como son vivienda, suministros y alimentación de todos los miembros de la familia. Además, siempre conviene, de ser posible, mantener el ahorro creciente que sea posible para posibles contingencias.
Por desgracias hay familias que utilizan el crédito no sólo para las necesidades básicas, sino también para viajes, ropa de marca, electrodomésticos, planes de ocio o vehículos de alta gama… etc. Estaremos dejando de dar importancia a lo importante y estaremos creando tensión financiera al matrimonio que podrá ser el detonante o condicionante que acabe en separación o divorcio.